Hoy he pasado el peor rato como madre.

Esta semana está resultando de lo mas completita. El martes volví al trabajo. Afortunadamente EuLy lo lleva bastante bien, hasta se levanta mas tarde. Pero yo me llevo toda la mañana acordandome de ella. Cuando llego al mediodía a casa y me ve, se empieza a reir y se pone hasta nerviosa, y yo claro está, me la como a besos. Por lo menos esta semana no ha habido que trabajar por la tarde, la que viene será otra historia.

Ayer, mi tia pepa organizó un almuerzo en su campo. Nos lo pasamos genial. Alguna familia, amigos de la familia,... la que mejor se lo pasó con diferencia fue mi niña. Iba con todo el mundo para arriba y para abajo. Y sobre todo a ver el caballo que tiene mi tio. Yo creo que EuLy soñaría con el Negri, y el Negri con ella, porque cada vez que ella se acercaba (siempre con alguien), a la valla, el caballo se acercaba también. Y es que a ella le llaman mucho la atención los animales, y los caballos sobre todo (supongo que por lo grande). Cada vez que escucha un coche de caballos es como cuando escucha el tren, hay que acercarla a verlo.

Lo peor de la semana, con diferencia, ha sido hoy. Yo creo que ha sido lo peor desde que recogí a la niña. Hasta peor que el vuelo desde Bankog de 13 hora en el que solo quería brazos y de pie. Esta mañana temprano la he llevado a sacarle la sangre para la analítica. Y como diría Escarlata Ohara "A Dios pongo por testigo de que no se le hace otro analisis de sangre hasta que se me olvide la mañanita de hoy". Llegamo, entrego las demás muestras (orina, ...) y me dan seis botecitos para la sangre, y yo digo "tantos botes", me dice el muchacho, es que le han mandado una analítica completa, y contesto "pero como van a sacar tanta sangre de un cuerpecito tan chico?". Bueno, cuando nos toca entrar, entra mi padre con nosotras, para ayudar a aguantarla, pero lo dice la enfermera que salga, que no hace falta. Yo decía para mi "esta no sabe la fuerza que tiene mi niña". Bueno, pues la pongo en la camilla y empieza a llorar como hace siempre que la ponen en una camilla y la aguantan. 3 enfermeras, 10 minutos intentando ver donde iban a clavar la aguja porque por mas que miraban en los dos brazos ninguna se atrevía. Y EuLy llorando desesperada. Cuando por fín se deciden, dos enfermeras y yo aguantando a la niña, y la tercera enfermera con la aguja y los tarritos le clava la aguja y empieza a moverla porque no encuentra la vena. A la tercera vez le digo intentando no ponerme borde "si no se la encuentra me la llevo para casa", aguantandome las ganas de quitarle la aguja de un tirón y salir corriendo con la niña en brazos. En eso la encuentra y empieza a llenar botes. La niña atacada aguantandola entre tres diciendo que no con la cabeza. La enfermera de la aguja empieza a medio gritarme que la niña se está moviendo que la aguante, y yo con unas ganas de gritarle "y que c... te crees que estoy haciendo gili...; y las otras dos que estan haciendo", pero solo le dije "es lo que estoy haciendo" intentando no comermela. Porque a esas alturas yo ya estaba que explotaba. Y todo eso sin dejar de hablarle a la niña intentando calmarla con todo lo que se me ocurria: el gato, el caballo, el tren, ...... intentando aparentar calma para no alterar más a la pobre. Al quinto tarrito ya no podía más y se me empezaron a caerseme cada lagrima del tamaño de un garbanzo. Cuando terminaron y la pude levantar de la camilla, menos mal que EuLy se agarró a mi y se calmó en seguida, porque aún así a mi se me siguieron saltando las lagrimas hasta salir del ambulatorio. Mis padres que estaban fuera dicen que se escuchaban los gritos en la sala de espera y hasta fuera. Además todo lleno de gente porque con los 20 minutos de parón porque estaban todas las enfermeras con nosotros se había acumulado la gente. Ha sido la peor experiencia de mi vida. Vamos que no le van a sacar sangre otra vez como no sea a vida o muerte. Luego, cuando salímos, en el bar de la esquina me pedí un café y le dí de desayunar. Y corriendo para el trabajo. El resto de mañana fue bien. Se quedó dormida al llegar a casa por lo menos dos horas, y luego, como si no hubiera pasado nada. Pero a mi la imagen de mi niña en la camilla aguantada por las tres diciendo que no con la cabeza no se me va a olvidar en la vida.